Publicado en Revista Madhouse el 25 de febrero de 2018

ONE LOVE, ONE SONG. Corría octubre de 1974 y los Wailers avanzaban paso a paso firmemente en el terreno que, tras atravesar una década completa portando el estandarte de su distintivo estilo artístico, los llevaría a convertirse en embajadores mundiales del género musical más representativo y popular de su tierra de origen. Por entonces Jamaica estaba gobernada por el primer ministro Michael Norman Manley, un social-demócrata que seguiría al frente de la administración del país hasta 1980 y que también enarbolaba otra bandera, la de los asuntos relativos a la de los países del Tercer Mundo, los comprendidos por las colonias asiáticas y latinoamericanas, aquellos que no formaban parte del Primero (los desarrollados y mayormente capitalistas, con los Estados Unidos a la cabeza), ni tampoco los del llamado Segundo Mundo, o las naciones comunistas capitaneadas por la vieja Unión Soviética.
LOS WAILERS CON BOB AL FRENTE. Fue en ese contexto que el combo jamaiquino, por entonces ya rebautizado Bob Marley And The Wailers (luego de varios cambios de nombre registrados anteriormente desde The Teenagers, The Wailing Rudeboys o The Wailing Wailers, y dejando en claro quién terminaría siendo su líder definitivo), lanzó al mercado su álbum “Natty Dread”, el séptimo en su carrera y el primero sin los miembros originales Peter Tosh y Bunny Wailer. Aquel disco incluía una de las más bellas canciones alguna vez compuestas, que bajo el título de “No Woman, No Cry” no lograría obtener su mayor éxito o difusión con la versión original de estudio sino gracias a la toma en vivo incluida en “Live!”, el álbum en vivo de 1975 registrado en el Lyceum de Londres, y cuyo reconocimiento público (desde su edición, y hasta estos días) parece haber dejado atrás a la original para siempre. Aquel show se realizó en una calurosa noche de julio y tuvo gran repercusión, algo alentador para el grupo tras el fracaso de su gira previa, donde el público fuera de Jamaica no apreció su reggae puro. Para este tour Marley pulió y ajustó su sonido con el fin de competir con los grupos populares en ese momento, y obtuvo una gran respuesta. Las excelentes críticas dieron lugar a shows agotados en los EE.UU., y para cuando la gira llegó a Londres, fueron un gran éxito.
Marley desarrolló una poderosa presencia escénica en esta gira y agregó músicos como Family Man Barrett y Al Anderson para endulzar un poco el sonido. Las audiencias de esta gira donde se grabó la versión en vivo incluyeron gente blanca y negra en proporciones similares: de hecho, Marley fue uno de los pocos artistas que tuvo un atractivo masivo que trascendió a la cuestión racial. Volviendo a “No Woman…”, la canción se convirtió casi enseguida en un punto culminante de los conciertos de Marley, ya que la multitud invariablemente se unía al coro.
Marley desarrolló una poderosa presencia escénica en esta gira y agregó músicos como Family Man Barrett y Al Anderson para endulzar un poco el sonido. Las audiencias de esta gira donde se grabó la versión en vivo incluyeron gente blanca y negra en proporciones similares: de hecho, Marley fue uno de los pocos artistas que tuvo un atractivo masivo que trascendió a la cuestión racial. Volviendo a “No Woman…”, la canción se convirtió casi enseguida en un punto culminante de los conciertos de Marley, ya que la multitud invariablemente se unía al coro.
LÁGRIMAS Y SIGNIFICADOS. Contrariamente a la suposición habitual que indicaba que la letra de la canción aludía a la superación de la pérdida de una mujer, lo que Marley quiso retratar, en rigor, son los sentimientos de alguien al momento de decirle a esa chica que pare de llorar, asegurándole su propio regreso. De hecho, en su versión básica, la cantó de manera diferente a le que luego formó parte de “Live!”, usando la frase “no woman, nuh cry”, lo que en lenguaje patois (o el dialecto insigne más usado en Jamaica), “nuh” significa “don’t”, por lo que en su traducción directa “nuh cry” alude a “no llores”, un mensaje que habría estado dirigido a su esposa Rita. Una segunda interpretación de los hechos alude a un mensaje a todas las madres, esposas y hermanas que sufren las penas que en los hombres les generan.
En cuanto a la versión de este tema incluida en “Natty Dread”, no tiene mucho en común con la que se grabó en el Lyceum londinense; originalmente era más breve y acelerada, sin reflejar la energía que Marley le sumaba al tocarla en vivo. Los coros estuvieron a cargo del grupo femenino I-Threes, compuesto por Judy Mowatt, Marcia Griffiths (que luego cantó el tema “Electric Boogie”, futuro hit disco en EE.UU.) y la esposa de Bob, Rita Marley.
![]() |
Vincent “Tartar” Ford, el gran amigo de Bob |
No hay comentarios:
Publicar un comentario